miércoles, 15 de junio de 2016

Canciones de días soleados

Hay canciones, que aunque me duela el pecho, me falte el aire y me tiemblen las piernas, me hacen sentir el sol hasta cuando llueve. Canciones que deshacen el nudo de mi garganta y me ayudan a respirar.

Cierro los ojos y noto su calor. Entonces es cuando el sonido de la lluvia se hace más transparente, y se junta con el sonido de las olas y los pájaros. Puedo notar cómo la arena quema, cómo la cojo con mis manos y cae entre mis dedos. Puedo notar la suave brisa en mi cara, acariciándome suavemente, cómo si yo fuese su tesoro mejor cuidado.

Y así es como, aparto mi pelo negro y rizado a un lado, para dejar que el viento me bese en el cuello, para que me erice los pelos de mi cuerpo. Sin todavía haber abierto los ojos, no puedo evitar sonreír, agusto, tranquila.

Mis terribles pesadillas, esa ansiedad que me come por dentro poco a poco, se ha apaciguado. Ya no tengo miedo de mirarle a los ojos; simplemente le sonrío. 

Me levanto y dejo que el viento me lleve. Dejo que mi largo vestido baile con el viento, y que mi cuerpo se mueva con este. Doy vueltas y vueltas, mi pelo despeinado y la felicidad en mi cara. 

Te he encontrado.

No me hagas volver a abrir los ojos. Sentir el frío, la lluvia, la humedad, como una bofetada en la cara. Sólo quédate aquí a mí lado, abrázame y no me sueltes.

Son canciones que me hacen felices, y por un momento me sacan de este infierno. Me hacen estar en el mayor paraíso nunca existido, mi imaginación, mi mejor amigo.

viernes, 10 de junio de 2016

Sueña

Me acerco aún más a ti para sentirte mejor. Noto tu pecho contra mi espalda. Me abrazas fuerte y me haces sentir pequeña. Siempre busco tus pies para calentar los míos, sólo así, puedo quedarme dormida.

Noto tu respiración. Sueñas con montañas rusas, historias de guerras perdidas, sacrificios y esperanzas, pero por fuera pareces tranquilo y neutro. Aun así, nadie sabe lo que hay dentro de una persona, sobretodo si esta intenta esconderse entre los rincones más oscuros de su pensamiento, como si algo le persiguiese. ¿Estás asustado?

En cambio, yo sueño con que nos perdemos entre las sábanas para volver a encontrarnos, pero con los ojos abiertos. Sin moverme para mirarte, sé que estás ahí. Te huelo, te escucho.

Y te busco, te busco y no te encuentro

Arranco las sábanas, tiro mi almohada y me rindo. Cómo no, mis gritos se ahogan entre las lágrimas que quedarán camufladas en el silencio. Puto silencio. Te he perdido.

Me tumbo y respiro. Por mucho que se intente olvidar, mi mente seguirá haciendo que reviva estos recuerdos, porque en el fondo, no los quiero olvidar.

Y qué tan doloroso es, que hayas sido un extraño durante todo este tiempo, y que yo intente creer que alguna vez, sí que estuviste entre esas sábanas conmigo.

Sí que estuviste.