lunes, 6 de mayo de 2019

¿Dónde iba?

Ah, sí.

Que estoy cansada. Cansada de todo.

Veamos... es que pocas cosas me hacen sentir que todo esto merece la pena. Veo que mi cuerpo también se va cansando, al igual que noto cómo se van cerrando mis ojos poquito a poquito. Cada vez me cuesta más abrirlos. Cada vez me pesan más los párpados. Me estoy apagando.

Ojalá se tratase de un "cerrar ojos" para no ver más. Sin embargo, no es así. Se trata de un "cerrar ojos" para dejar de ver y olvidar. Aunque de nada sirve olvidar si dejo de estar. No obstante, te aseguro que ya no me vas a ver más.

Ya no me queda voz para seguir adelante con todo esto. Es una farsa. Mi cuerpo tiembla sutilmente por fuera, pero por dentro está gritando. Mis pensamientos son desordenados y mi corazón está quemado. Me confundo con qué es lo que quiero y qué lo que necesito. ¡Qué raro que todo lo que queramos sea justamente lo que menos necesitamos!


Te quería comentar que yo te quería, que yo te quise. Pero he decidido subrayar que yo me quería, que yo me quise. Lamentablemente, las duchas ya no me limpian la mierda que llevo encima. Por mucho que frote, por mucho que me abrase, no se compensa el vacío siento dentro de mí. Ya ni siento ni padezco. Que alguien me saque de aquí.

Necesito salir...