miércoles, 7 de noviembre de 2018

Ya no escribo, porque ya no me siento.

Algunas veces se hace tan fácil no pensar. Tan fácil no sentir. 
Es tan sencillo evitarlo, que incluso olvido que mis dolores son los que me han hecho.
Pero esos dolores ya no están, y yo ya no recuerdo, por lo que ni siquiera me encuentro.

Fue difícil encontrar la evasión, simplemente descubrí que necesitaba bailar con el olvido. Y ahora, después de tanto tiempo, me encuentro con que no estoy, no me siento, no soy yo. ¿Debería volver a bailar? 

Hace unos días no sentía el frío, era de noche y necesitaba salir del sopor. Clavaba la mirada para que me sacaran a bailar. Sonreía para parecer amable. ¿Debería haber hecho algo más? No importa, lo volveré intentar.

Solo sé que me quiero encontrar. Me quiero sentir.
Me quiero ver, porque ya no veo nada.