domingo, 26 de enero de 2020

22 años frustrada.


Es rompedor luchar contra tanto fuego.
¿No ves que estoy ardiendo?
Miráme, habláme y cállame, 
pero deja de darle vida al juego.

Estoy desesperada,
no me reconoces, 
no me escuchas y,
no me contestas.

Ahora me encuentro con que el enigma se ha vuelto real,
al igual que las heridas creadas a partir de algo tan sobrenatural.
Sal del espejo y vámonos a tomar, quizás, un verdejo.
Hablemos sobre los delirios y la falta de afecto.

Así es como nos miramos y asciendo,
así es como me he estado hiriendo,
así es como los problemas han ido surgiendo y,
así es como he terminado hirviendo.

Tus locuras son las mías,
ya que yo perdía si tú perdías,
yo huía sí tú huías,
aunque yo pensara que eras más de lo que en realidad valías.